Hace un tiempo me debía un asado
con los hermanos de Canotaje Aventura (nuestros salvavidas en el agua).
Aprovechando el domingo 9 de febrero, el #Sprint2014 del Triatlón del Nordeste
en el Parador de Nos, nos dispusimos a remar para la isla. Por supuesto
aceptando la invitación de los amigos de remo que esa mañana nos habían
acompañado en el agua con tan buena predisposición como siempre.
El lugar que eligieron fue un
pequeño arenal en medio de la Isla frente al Puerto de Reconquista. Cuando
cruzo el río, generalmente voy nadando, me producen otras sensaciones ir
remando como en esta ocasión. Es fascinante el vértigo que produce una piragua
o kayak cuando corta las olas con la proa en punta en cada remada. La técnica
es especial para sostener el remo, los brazos mantienen cierta abertura que
supera la longitud de los hombros, el trabajo de muñecas es importante ya que
la hélice de la pala o remo tiene un ángulo de incidencia diferente en sus
extremos. Un brazo clava la pala en el agua y empuja hacia atrás mientras que el
otro brazo sólo gira la muñeca manteniendo el remo alejado del cuerpo. Es un
ejercicio muy bueno y dominar la técnica no demanda mucho tiempo, el torso se
curva y las rodillas se flexionan, una a la vez.
El hecho a resaltar en este
deporte son las medidas de seguridad. Lo
primero que se aconseja es colocarse el “chaleco salvavidas”. Que por cierto es
un elemento muy cómodo. También se utilizan silbatos junto a algún elemento de
flotación en los kayaks, sogas (para remolque) y bombas de achique entre otros
elementos que pude reconocer…
Después de algunas paladas nos
desplazamos a una buena velocidad cargados de algunos “bultos”: conservadoras
que contenían agua, jugo, gaseosas, hielo (kilos y kilos de hielo… Para qué
tanto hielo?), parrillas (con su tizón y palita), tablas para picar la comida,
algunas bolsas que las mujeres del grupo se encargaron de poner (servilletas de
papel, sal, alcohol, curitas, cubiertos, cuchillos de todos los tamaños,
diarios, encendedores y no sé cuántas cosas más…). Lo sorprendente es que los camaradas del “asado”
llevaban los mismos elementos y hasta el
equipo de mate + calentador, equipo de supervivencia, sombrillas, carpas en
compartimentos de sus kayaks…
Me vino a la memoria el principio
de “sustentación” de Arquímedes: «Un cuerpo total o parcialmente sumergido, recibe un empuje de abajo hacia arriba igual al peso del
volumen del fluido que desaloja».
Cuando lo estudié no me pareció
tan importante. Ahora, cuando vemos una barcaza transportando varios camiones, pasajeros, o una simple piragua la que casi
no varía su línea de flotación por su carga, uno se da cuenta que la ciencia
acompaña todas nuestras aventuras en tierra, mar y cielo.
En resumen: me tomé la libertad
de cocinar el asado, ya que otros integrantes tan dispuestos del grupo se
encargaron de hacer el fuego, colocar la parrilla, facilitarme todos los
elementos para cocinar. A mí solo me tocó salar la carne y tirarla a las
brasas…
Así almorzamos para luego ver como los participantes de
canotaje no desperdiciaban el tiempo, practicando distintas técnicas de
abordaje en el agua de sus kayaks, como roles y otras técnicas…
Como en toda incursión al río no
faltaron los típicos juegos: la guerra de lodo, las zambullidas y la pirámide
humana…
A la tarde los mates se hicieron
presente con facturas y galletitas. Bañados
por una brisa refrescante que aplacaba el calor del día. Cada nube que pasaba
se anunciaba con algún trueno. Las lanchas que pasaban provocaban apenas un perceptible,
insistente y monótono oleaje que hicieron en su conjunto de un día cabal.
En la charla entre mate y mate me
comentaron cómo iniciaron una pequeña cooperativa que se llama Travesías E-yará
que consiste en excursiones por el río y la isla, incluido fotografía y comida.
Una maravillosa oportunidad para recorrer nuestro humedal!!!
Grupo en facebook: Canotaje Aventura y Travesias Eyara
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