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martes, 23 de julio de 2019

CORRIENDO COMO UNA LOCOMOTORA


¡¡¡DIEZ!!!
El corazón de un corredor se puede acelerar hasta 200 latidos por segundo. El calentamiento de la previa logró que los músculos y las articulaciones se vuelvan más elásticos. Infinidad de artículos nos dicen por qué estamos ahí, por qué sentimos placer. La respuesta puede estar en los químicos de nuestro cuerpo como la serotonina, dopamina o volviendo a casa con una sonrisa por las endorfinas. Todo un cóctel en nuestro torrente sanguíneo y gracias al esfuerzo sostenido…  

¡¡¡NUEVE!!!   ¡¡¡OCHO!!!   ¡¡¡ SIETE!!!  ¡¡¡SEIS!!!
-Runner's High- la “subida” del corredor, algunos la llaman simplemente “euforia del corredor” nos desconectamos de la razón y los sentidos…
Las expectativas se convierten en realidad.

¡¡¡CINCO!!! ¡¡¡CUATRO!!! ¡¡¡TRES!!!
Ya tenemos planificado cual va a ser la estrategia para el primer minuto. La salida es en cierto sentido una consecuencia de nuestro entrenamiento. Salir tranqui, a media máquina o fuerte…

¡¡¡DOS!!! ¡¡¡UNO!!!

Ya estamos en carrera y ponemos todo lo que hay que poner… 




El entrenamiento de fin de semana o estímulo como solemos llamarlo es el más entretenido, se dispone de más tiempo por lo tanto muchos corredores eligen hacer un “fondito”. La carga de esfuerzo se concentra en largas distancias a trote tranqui.
Durante la semana los grupos de running o los corredores que compiten tienen una rutina armada, como todo sacrificio o esfuerzo que uno pretende sostener en el tiempo requiere de constancia y es mejor rodearse de personas afines.

Por otra parte, las condiciones ideales para correr no existen, existe algo que se llama clima y está vivo. El clima es dinámico, espera a que salgamos a correr para volcarse encima nuestro con arena, tierra, agua, viento “en contra”, calor, mucho calor… En invierno también podemos tener calor, al otro día mucho frío, la temperatura puede bajar a casi cero grados centígrados, a los restantes días subir y hacer calor, para luego volver con frío… No nos olvidemos de la humedad, la ropa está pegada a nuestro cuerpo incluso antes de salir… En fin, así es el clima… Tampoco sabemos como vestirnos, a pesar de tener una estación meteorológica en casa y otra en el celular… 





Cuando empezamos a correr todo eso pasa a segundo plano. Siempre hay una experiencia nueva esperando por nosotros allá afuera.


Descubrimos que para correr no hay edad, que la actividad física nos obliga a comer bien y más rico. Nuestra dieta tiene siempre ensaladas, frutas, derivados de los lácteos, y es más económico incluso. Nos sentimos con otra energía a la mañana y a la tarde… Estamos con otro humor, vemos que no necesitamos mucho más que un par de zapatillas para ser felices y las de un runner mientras más palo tengan encima es más digna de pertenecernos. 











Hay corredores de todos los tipos, los que compiten, los recreativos, los esporádicos, los ultramaratonistas, somos una legión de titatanes, tenemos actitud, iniciativa, nos reímos de la vida. Somos prácticos, no tenemos más rituales que hacer dos nudos a la zapatilla para que no moleste en plena marcha…
No necesariamente para hacer turismo, sino para correr o para entrenar llegamos a visitar ciudades grandes, pueblos inhóspitos, caminos rurales, plazas, playas, subidas de terraplenes, terrenos pedregosos, escalinatas, pantanos, ciénagas, en definitiva, estamos locos…
La incógnita más grande del mundo es qué motiva a un corredor, si es una canción, nos sentimos dioses, animales, seres mitológicos más fuertes que iguanas bajo el sol y sobre una ruta de asfalto al mediodía en pleno verano. Nadie sabe, ni nosotros, ya que muchas veces tenemos un breve lapso de amnesia durante el entrenamiento. Como despertar una mañana sin recordar lo que soñamos durante la noche. Un estado mental, habitamos una zona de concentración máxima por objetivos, tratando de leer nuestra respuesta física a la exigencia y al paso del tiempo.
En el sprint final. No importa lo cansado que me sienta, no me importa los problemas que tenga, no me preocupa si hace frío o calor, si voy detrás de todos los corredores, si tengo alguna lesión…

En los últimos metros siempre prefiero explotar hasta el último aliento… 









































Agradecimientos:

Lucia y Alcides Soto.  
Locomotora Running.
Toda la Gente de la Asociación Reconquistense de Atletismo de la Provincia de Santa Fe (ARA).
Atletas en General. 


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