Los primeros Jesuitas
provenían del Perú. Sus registros datan del 26 de noviembre 1585. Fueron
recibidos en Santiago del Estero por el Obispo de ese lugar.
Luego en 1607 se
pusieron en marcha tres misiones, que dependían de lo que hoy es Paraguay y
abarcaba hasta el Río de la Plata. En esta parte del mundo conoceríamos a la
“Compañía de Jesús” fundada en 1540 por San Ignacio de Loyola, español nacido
en Vizcaya. En ese entonces se inician las Reducciones con aprobación del
entonces Gobernador del Área Colonial del Río de la Plata Hernando Arias de
Saavedra y el Obispo.
Las misiones fueron:
La de los guaycurúes, la de los tapes del norte y la de los guaraníes al sur. Hubo
más de 30 reducciones en el litoral según Guillermo Furlong Cardiff.
Podemos decir que los
jesuitas es una orden religiosa de la Iglesia católica. Pertenecían a una
religión Jerarquizada y que mantenían una organización altamente disciplinada. Normalmente
los misioneros, están predispuestos a ir donde la Iglesia Católica o el Papa
más los necesita, esto significó siempre frontera o algún extremo del mundo.
Sus votos son “obediencia, pobreza y castidad”. Su formación comienza con el
noviciado que dura dos años. Tienen un grado avanzado de formación intelectual,
no solo en humanidades, filosofía y teología. Dominan artes y saberes en
carpintería, la economía doméstica y astronomía.
El Jesuita era uno
los pocos que conocía el guaraní, o aprendía la lengua del nativo que le tocaba
evangelizar.
Recordemos que la
Iglesia Católica es la primera en abrir una Universidad en esta región. Esos
conocimientos fueron puestos en práctica al ser los primeros en la explotación
y manejo agrícola como también el minero en Sudamérica. El sociólogo Max Weber
resaltaba el “carisma” y “misión” como terea íntima. Podemos mencionar que no
aspiraban a cargos eclesiásticos, trabajaban de forma accesoria para procurarse
la comida y no como fin de riqueza.
Otra característica
era la “ascética” doctrina por la cual purifican el cuerpo frente a la negación
de los placeres. Esta doctrina se encuentra en otras religiones como el Budismo
o el Islam.
Las prácticas de
confesión, prueba de obediencia y ejercicios espirituales eran habituales. En
este marco juega un rol importante la disciplina del método.
El origen de los
jesuitas era amplio, lo que hacía que en circunstancias especiales eso jugara
un papel importante, los jesuitas estaban conformados por españoles,
portugueses, alemanes, a partir del siglo XVII se integraron misioneros de
Países Bajos, Bohemia, Italia, Baviera y Francia.
Sudamérica por ese
entonces estaba intentando ser colonizada por españoles, portugueses y
criollos. Algún incipiente poblado en el norte del continente por Inglaterra.
Más un condimento local, el Indio como se lo llamaba por esa época, eran los
pobladores de la tierra. Los nativos recorrían a píe grandes distancias ya que
eran nómades en sus propias regiones de influencia, Pero hábiles nadadores y
pescadores. Hacedor de sus propias embarcaciones, no dejaban de explorar las
islas que tenían al alcance.
El choque de las dos
culturas no fue nada liviano para el nativo en América. El aborigen fue presa
de su invasor. El español buscaba un premio en el nuevo continente. El Jesuita
reducirlo a la religión. Un mismo colonizador con diferentes objetivos y
formas.
En 1531 el Papa Pablo
III emitió una bula, declarando a los indios pertenecientes a la especie humana
y en virtud de ello. Libres de esclavitud. El Consejo Imperial Español para las
Indias Occidentales se pronunció en igual sentido.
Eso no quiere decir
que el trato a los nativos pudo ser bueno en todo sentido… En esa época a los
“indios” se los cazaba en “malocas”. Verdaderas caserías a caballo de los
nativos quienes tuvieron su levantamiento en 1560 contra los españoles, siento
aniquilados.
El 27 de mayo de 1582
el Rey Español Felipe II redacta dos cedulas idénticas. Una para el Gobernador
del Río de la Plata y otra para el Obispo.
Que narran.
…los tratan peor que esclavos y como tales se hallan
muchos vendidos y comprados de unos encomenderos a otros, y algunos muertos a
azotes y mujeres que mueren y revientan con las pesadas cargas y a otras, y sus
hijos las hacen servir en sus granjerías y duermen en sus campos y allí paren y
crían mordidos de sabandijas ponzoñosas, y muchos se ahorcan y otros se dejan
morir sin comer y otros toman yerbas venenosas y que hay madres que matan a sus
hijos pariéndoles, diciendo que lo hacen para liberarlos de los trabajos que
ellos padecen…
Recordemos que los
españoles ejercen “tutela” en carácter de “encomendaderos” ya que los nativos
estaban declarados de “incapaces”. No disponían de derecho a la tierra.
No sabemos si es
correcto hablar del exterminio o genocidio en masa más grande de la historia de
la humanidad. Registros sacerdotales hablan de una desaparición de más de
15.000.000 de indios en América.
Es importante
destacar el marco en el que se desempeñaron los jesuitas… Cuál fue la función
que llevaron adelante con los nativos del lugar y más tarde con los esclavos
negros que también aparecieron en el continente producto de tener en el puerto
del Río de la Plata el mercado de esclavos más importante de Sudamérica.
Encomiendas año 1607
contaban con 700 españoles y 24.020 nativos. Por otro lado, Misiones, año 1647,
jesuitas 175, nativos 28.714.
Independientemente de
tener una evaluación a rigor sobre las costumbres ancestrales de los aborígenes
las que sin dudas tuvieron que abandonar y las impuestas por los sacerdotes.
El trato que se
procuró por parte de los jesuitas hacia los nativos fue el siguiente. Primero
aquél nativo que voluntariamente se evangelizaba quedaba exento de pagar
tributo al Rey por una década y estaba dictada por cédula real.
La organización de
los pueblos era con una plaza cuadrada o rectangular en su centro, la iglesia a
un lado, la casa de los misioneros, el cementerio, la casa de las viudas, las
escuelas, los talleres y depósitos de frutos. Un poco más apartado las casa de
los nativos, que eran de ladrillos o piedras, con techos a dos aguas que se
extendían hasta las veredas donde estribaban en columnas de piedra o madera.
Cada familia tenía
una pieza grande con o sin divisiones internas, cocina y despensa. La casa de
los misioneros no contaba con lujos. Salvo la cerca o estacada que constituía
una clausura religiosa.
Los jesuita
impusieron una disciplina monástica a los indígenas que tenía que ver más con
no tomar alcohol y cuidar los desenfrenos públicos… No estaban obligados a
asistir a la misa, pero si al trabajo. Los Jesuitas intentaban por todos los
medios excluir de la participación del gobierno de los pueblos a los españoles
y criollos. La organización de los mismos contaba con Corregidor, Alcalde,
Teniente, Alférez, Alguacil, Procurador y Escribano. En lo posible el juez
recaía en algún Padre. En las reducciones de los Jesuitas los indígenas si
podían tener una parcela de tierra, explotarla y quedarse con sus beneficios.
También eran incentivados a trabajar otra parcela de tierra en común, para
acopio de esos cultivos. Aprendían sobre economía, castellano, a leer y recitar
el evangelio.
En los pueblos
fundados por Jesuitas había bibliotecas públicas, casi nada de analfabetismo.
Tuvieron prensa en 1700, unos 75 años antes que en Córdoba y 80 años antes que
en Buenos Aires. Los caracteres como las tintas fueron confeccionados por los
mimos nativos. Por ejemplo en 1705 se publicó el libro de Nieremberg
“Diferencia entre Tiempo y lo Eterno” traducido al guaraní e ilustrado. Se
hacían muchas otras publicaciones como efemérides, calendarios, astronomía,
diversas obras de puedad o ascética.
La arquitectura fue
otro de los logros de la generación jesuítica-guaraní, era Romántica, Elena y
Barroca. Pero no Gótica.
Lo único que empaña
el manejo de los Jesuitas fueron dos epidemias de viruela, de 1731 a 1734.
El contraste era emblemático,
uno de los desarrollos socio-culturales y religiosos más importantes de la
humanidad producidos por y con los nativos. Lo que parecía una utopía por lejos
lograda…
En ese entonces la
primera Misión del litoral-Argentino era la Jesuítica-Guaraní, la de “San
Ignacio Miní” que se había ubicado a la margen del río Paranaimá en su segunda
fundación 1632. Ya que, donde estaban anteriormente en el Estado de Paraná
(Brasil). Sufrían ataques por parte de los “paulistas o mamelucos”. Estos con
el fin de secuestrar indígenas y provisiones de las misiones y reducciones.
El ataque permanente
que recibían las reducciones por parte de lo que hoy es Paraguay o Brasil, y
algunas veces otras tribus o los mismos españoles, llevó a estos a formar ejércitos.
En 1640 el Rey de
España dispuso que los indios se pudieran armar para defender sus reducciones
de los ataques de los paulistas. Tal era la disciplina de estos y el beneficio
como soldados, que los gobernadores los usaron también, en 1665 Santa Fe.
Bajaron 350 indios guaraníes para dominar a los indios calchaquíes. También se
los usó contra los neengás.
A principio de 1680
Don Manuel Lobo quien fuera Gobernador de Río de Janeiro, se presentó con 5
navíos en el Río de la Plata. El Gobernador de Buenos Aires pidió apoyo, y fue
el Jesuita santafesino Cristóbal Altamirano con 3000 indios a su socorro. Cada
100 nativos se hizo una compañía que contaba con su Capitán, Alférez, dos
Sargentos con sus respectivos estandartes y tambores. Sin dudas fue rechazado
el ataque extranjero.
En el norte de la
provincia de Santa Fe, las reducciones trajeron paz que no se conseguía con los
incesantes ataques de los guaycurúes, especialmente los más hostiles que eran
los abipones. En San Javier 1743 y en San Jerónimo del Rey 1748.
Hay estudios más
precisos son del jesuita Martín Dobrizhoffer originario de una localidad
germana llamada Friedberg, Alemania Occidental. Quien sirvió en la reducción de
San Jerónimo del Rey.
La reducción Originariamente
en la actual ciudad de Avellaneda. Se fundó con la presencia del Teniente de
Gobernador de Santa Fe, Francisco de Echagüe y Andía, el rector del Colegio de
los Jesuitas también de Santa Fe. Luego que se fueran los jesuitas pasaron los
mercedarios y los Franciscanos, finalmente en 1818 los tobas atacaron con gran
violencia, pasando por cuchillo a casi todos. Luego fue trasladada al centro de lo que hoy
es Reconquista, y ese predio se lo conoce como “manzana histórica”.
En agosto de 1768 los
Jesuitas se retiran de América, por orden del Rey de España. En su remplazo
pusieron otros sacerdotes que en muchos casos ni siquiera conocían el idioma de
los nativos. O eran directamente dejadas de lado por el Rey y el Gobernador.
Lo triste fue que los
nativos no abandonaban las misiones o las reducciones, dominadas por los
ataques, e incluso el deterioro de las mismas por el paso del tiempo.
Así fue como los
pueblos en las márgenes del Paraná caen en la miseria, de 1767 a 1810 fueron
varias las invasiones incluso las lusitanas, sobre la Banda Oriental. Lo que
llevo al Gral. Artigas a usar indígenas para recuperarlas.
En 1836 Rosas
autoriza el regreso de los jesuitas y les entrega el colegio de San Ignacio.
Pronto Rosas entró en conflicto con los jesuitas y les quita el Colegio. En
1843 Rosas ordenó que los jesuitas fueran expulsados de Buenos Aires por no
exhibir su retrato durante la misa ni hacer propaganda política a favor de la
Federación y en 1848 los expulsa de todo el país. Los jesuitas regresarían para
permanecer definitivamente en Argentina en 1854.
Al 1 de enero de 2009
los jesuitas en el mundo eran 18.516. De ellos, los sacerdotes son 13.112, los
escolares (jesuitas preparándose para el sacerdocio), 3.705 y los hermanos
(jesuitas no sacerdotes), 1.699.
A lo que podemos
agregar un hecho impensado… Bajo la renuncia del Papa Benedicto XVI por serios problemas de salud. Así se comentaba…
Tras 26 horas de
cónclave, el mundo ha recibido una esperada noticia: la elección del sucesor de
Benedicto XVI y, por tanto, vicario de Cristo, la roca firme sobre la que se
asienta la Iglesia católica.
En un mundo
secularizado en el que se nos hace creer que la fe es algo superado y los
católicos son marginales, la expectativa ha sido máxima, con más de 5.000
periodistas acreditados en Roma. Y pasados unos minutos de las 19 h. del 13 de
marzo la fumata era blanca anunciando que ya había Papa. Y pasadas las 20, 00
h. el mundo se convulsionaba con una noticia inesperada para periodistas,
eclesiásticos y fieles: Jorge Mario
Bergoglio, cardenal de Buenos Aires, era el nuevo timonel de la barca, el
sucesor del pescador de Galilea con el nombre de Francisco.
EL PRIMER PAPA
AMERICANO Y JESUITA. Ahora lleva el nombre del creador de la orden franciscana.
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